No podemos olvidarnos de orar: no hay una única manera de dirigirnos a Dios, no hay una receta mágica para rezar… Rezar no es sólo decir una oración de memoria, es decir lo que deseas y lo que sientes, pero no como un lorito sino con FE. Dios te escucha siempre.
Aquí tenéis una oración bien sencilla, para dar gracias a Dios. Ya me comentareis lo que os parece.
Te damos gracias, Señor
Gracias por enseñarnos
a vivir como hermanos.
Gracias por enseñarnos a perdonar
y reconstruir nuestras relaciones humanas.
Gracias por enseñarnos cómo amar,
y darnos el ejemplo del mayor amor.
Gracias por la madre que nos diste,
que nos cuida y nos acompaña siempre.
Gracias por tu Palabra
tan clara, tan sencilla, tan llena de vida.
Gracias por invitarnos a seguirte
construyendo el Reino de Dios en la tierra.
Gracias por confiar en nosotros
e invitarnos a colaborar con tu misión.
Gracias por enseñarnos
a vivir en comunidad.
Gracias por la madre Iglesia,
que es nuestra gran familia.
Por todo, gracias Señor.